Pizzi mide el sueño de Rusia. El partido inaugural se juega desde las 12 (hora de Argentina) en el estadio Luzhniki, de Moscú. Además del entrenador de Arabia Saudita, también será protagonista el árbitro argentino Néstor Pitana.
MOSCU, Rusia.- El Mundial de Rusia 2018 comienza en su estadio más emblemático, el Luzhniki de Moscú, donde el argentino Juan Antonio Pizzi y su Arabia Saudita miden el sueño de la selección anfitriona, inmersa en un mar de dudas sobre su rendimiento. El partido se disputará este jueves desde las 12 (hora Argentina), tras una breve ceremonia de inauguración, prevista desde media hora antes.
La derrota ante Austria y el empate contra Turquía en los últimos encuentros amistosos no hicieron más que incrementar la incertidumbre acerca del rendimiento del conjunto que dirige Stanislav Cherchesov que, salvo momentos puntuales, tuvo un rendimiento en líneas generales muy alejado de lo que el país espera.
Siete partidos lleva Rusia sin ganar. No consigue vencer desde el pasado 7 de octubre, cuando se impuso a Corea del Sur por 4-2 en Moscú. En la última Copa de las Confederaciones tan solo fue capaz de superar a Nueva Zelanda.
Tiene un buen grupo sobre el papel para progresar, pero a la vez peligroso. Con Uruguay como gran rival a priori, Egipto se presenta como la otra amenaza y Arabia Saudita, de regreso a un Mundial doce años después, acude como el conjunto más débil.
La presión del debut y de su condición de anfitrión son datos a tener en cuenta para Rusia. Arabia Saudita encara el encuentro más liberada de tensión, con la ilusión por bandera y se agarra a las numerosas sorpresas que hubo en la historia de los partidos inaugurales de la Copa del Mundo.
Pizzi, que meses atrás lamentaba amargamente no haber podido clasificar a Chile para Rusia 2018, encontró poco después esta oportunidad tras la salida de Edgardo Bauza, su antecesor en el banco de Arabia Saudita.
Los encuentros preparatorios, al contrario que en el caso ruso, alimentaron sus ilusiones. Salvo la clara derrota contra Perú, los triunfos en España frente a Argelia y Grecia y las derrotas ajustadas ante dos potencias como Italia y Alemania fortalecieron su ánimo.
Arabia Saudita no regalará nada y tratará de dar la primera sorpresa del torneo para intentar emular el éxito de Estados Unidos 1994, cuando superó la primera fase.
Rusia sobre todo se confía en su atacante Fiódor Smolov. El delantero del Krasnodar está llamado a ser la referencia de esta selección para acabar con el maleficio mundialista y por fin dejar atrás tantas ediciones sin superar la fase de grupos desde la caída de la URSS en 1991.
Pizzi convenció a sus hombres de que no tienen nada que temer y que por lo tanto en el escaparate del partido inaugural pueden salir al campo a exponer todas sus cualidades. Reformó el 4-3-3 que Bert van Marwijk usó durante toda la fase de clasificación y apostó por un 4-2-3-1 que será el que probablemente disponga ante Rusia, lo que le otorga una presión más alta.
Preocupa, no obstante, en particular la sequía de su goleador, Mohamed Al-Sahlawi. El delantero de Al Nasr, autor de 16 tantos en 14 partidos de las eliminatorias (ocho frente a Timor Oriental), hace ya casi un año que convierte. Pese a ello, todos esperan su apareció durante la cita mundialista.